¿Sabes cómo cocinar los alimentos para que siempre queden en su punto?
Las ollas y las sartenes son el menaje más utilizado en la cocina, pero muchas veces no la usamos bien.
Vamos a contarte qué tienes en que tener en cuenta para cocinar bien cualquier tipo de alimento y dejarlo en su punto para que se derrita en tu boca y en la de tus clientes.
Freír un alimento en la sartén o freidora parece una tarea sencilla, pero, como ya hemos visto, ese filete tan apetitoso puede acabar totalmente carbonizado. ¿Conoces la temperatura a la que tiene que estar la sartén para introducir los alimentos?
Lo ideal es que esté a 180 grados.
Cocinar a la temperatura adecuada hace que los alimentos no se peguen, no pierdan propiedades y mantengan todo su sabor. Si cocinas a la temperatura exacta evitas echar más aceite del necesario.
La principal variable que hemos de tener en cuenta a la hora de hacer una fritura es la temperatura del aceite.
Un aceite poco caliente y el alimento absorberá demasiada grasa y no quedará crujiente. Un aceite demasiado caliente y se pueden generar sabores no deseados, dorar en exceso el alimento mientras se queda crudo por dentro. Por ello, es muy importante que el aceite se esté a una temperatura de 180 grados. Y hemos de asegurarnos de que el aceite se mantiene a esta temperatura una vez hemos añadido el alimento.
Freír en mucho aceite, tardará más en calentarse pero también mantendrá mejor su temperatura aunque añadamos una cantidad importante de comida. Los cocineros con experiencia calientan su aceite por encima de la temperatura deseada a sabiendas de que al añadir el alimento la temperatura del aceite bajará. Una vez añadido el alimento, baja un poco la potencia del fuego.
Pensad que es la elevada temperatura del aceite, que al entrar en contacto con la humedad del alimento, hace que esta se evapore creando una capa de vapor que impide que la grasa penetre. Si el aceite no está lo bastante caliente, no se produce esta reacción con el agua y el alimento se queda engrasado y blando.
¿Y cómo sabemos si nuestro aceite está listo? La respuesta fácil sería usar un termómetro de cocina pero no todo el mundo tiene uno. También podemos acercar la mano a la superficie del aceite y ver si emana calor intenso. Otra respuesta la da la práctica y la simple apariencia visual del aceite que al estar caliente pierde el espesor que lo caracteriza. Otro truco es meter una cuchara de palo en el aceite caliente y ver si se generan burbujas a su alrededor. Y desde luego, si el aceite está ahumando, entonces ya sabemos que nos hemos pasado.
Cocinar carne a la plancha es sencillo, lo difícil es calcular el punto de cocción para que quede a nuestro gusto. Lo ideal para saberlo es utilizar un termómetro que nos diga a qué temperatura está la parte central de la pieza, pero como no todo el mundo tiene uno, vamos a descubrir un truco que nos ayudará a averiguarlo fácilmente.
En general, el punto de la carne se aplica a cortes de ternera (o, a veces, cerdo) de unos 3-4 cm de grosor, como el solomillo, el entrecot, el chuletón, el churrasco… Es fundamental que la carne esté a temperatura ambiente antes de cocinarla para calcular correctamente su punto de cocción. Si queremos la carne poco hecha y está muy fría, corremos el riesgo de que no llegue caliente al comensal, por no haber alcanzado suficiente temperatura en su interior.
¿Cuáles son los puntos de la carne?
Trucos y consejos para que la carne quede perfecta
- La sartén o la plancha debe ser antiadherente y estar bien caliente cuando pongas la pieza. Es imprescindible, si no lo está, la carne irá soltando jugo y se cocerá en vez de marcarse.
- Ten en cuenta que la carne estará caliente, no te quemes al tocarla.
- Pon la sal justo al sacar la carne de la sartén o la plancha, para que no se deshidrate.
- Nunca pinches la carne durante el cocinado o expulsará sus jugos y quedará reseca.
- Piensa que el interior de la carne se seguirá cocinando al retirarla de la sartén o la plancha. Conviene hacerla justo en el momento de servir.
- Una forma de que no llegue fría a la mesa es atemperar el plato de servir en el microondas. Lo pondremos vacío en su interior y lo calentaremos durante unos segundos.